HOGAR Y SALUD

A la hora de elegir un buen colchón no únicamente hemos de tomar la decisión en función de la marca sino que tenemos que tener en cuenta muchos factores adicionales que, probablemente, no has tenido en cuenta hasta hoy.

La mayoría de nosotros solemos hacernos preguntas como: "¿Cuales son los mejores colchones?" o inclusive mas detallada como "¿Cual es el mejor colchón Flex?" ( por ejemplo ).

Pero, en cambio, no nos hacemos algunas preguntas muy importantes como: necesito un colchón ¿suave, medio o firme?. ¿Acostumbro a sudar durante la noche? ¿Suelo dormir sólo o acompañado?,...

Así pués, la pregunta correcta no es ¿CUAL ES EL MEJOR COLCHÓN? sino ¿CUAL ES EL MEJOR COLCHÓN PARA MÍ?

Por tanto, antes de tomar la decisión final entre un colchón o otro, debes responderte a las preguntas anteriores puesto de la suma de las respuestas obtenidas dependerá la calidad de tu descanso y en consecuencia de tu calidad de vida diaria.

Para ello vamos a ayudarte con unas pautas para que escojas el colchón que mejor se adapte a ti y tu estilo de vida.

El grado de firmeza de un colchón es uno de los factores primordiales a la hora de elegirlo.

Como recomendación general los especialistas se centra en los colchones de firmeza media que den un buen soporte a la columna. Para ello hemos de tener en cuenta nuestro IMC ( Índice de Masa Corporal ). El índice de masa corporal (IMC) es un número que se obtiene como resultado de dividir peso entre estatura al cuadrado. No es un índice exacto ya que por ejemplo los atletas que entrenan mucho pueden tener un IMC alto por tener una mayor masa muscular, más que por tener mayor cantidad de grasa corporal.

Si tu IMC es superior a 30 se debe de usar, por regla general, un colchón firme y preferentemente con un núcleo de muelles.

Pasar frío o calor durante la noche puede hace que la calidad del sueño empeore.

En el caso de las personas con tendencia a pasar frío, contar con un colchón cuyos materiales y composición nos proporcione una dosis extra de calor ayudará a dormir mejor. En este grupo se encuentran los colchones de viscoelástica ya que proporciona una gran sensación de calor. Y dentro de los colchones con capa viscoelástica existen colchones de diferente grosor y a una o dos caras.

En el caso contrario, somos de los que acostumbramos a sudar mientras dormimos, lo más recomendable es un colchón con cubierta termorreguladora y tejido que favorezca la transpiración natural. De todas formas, así como los colchones de viscoleastica tienen tendencia a proporcionar calor, los colchones de muelles ensacados suelen ser los más frescos.

Si dormimos solos, únicamente tendremos en mente la calidad de nuestro descanso, en cambio si dormimos en pareja, deberemos elegir un colchón que se adapte a las necesidades de ambas personas y lo suficientemente grande para que nos permita los cambios de postura de ambos sin afectar al descanso de la otra persona.

Los colchones de muelles ensacados son los de menor adaptación al cuerpo pero, por el contrario, son los que menos afectación producen a la pareja con nuestros movimientos nocturnos. En el extremo opuesto, mayor adaptación y mayor repercusión se encuentran los colchones de viscoelástica. Y, en medio de los dos, los colchones de látex.

Es importante saber si somos de los que se mueven mucho por la noche para tomar como mayor o menor importancia esta variable a la hora de elegir el colchón.

No dormir bien (o no dormir lo suficiente) afecta al estado de ánimo, lo que causa: irritabilidad, problemas en sus relaciones, depresión y ansiedad. Asimismo produce un déficit en combatir infecciones y reparar células y, en el caso de los más pequeños de la casa, puede afectar a las hormonas encargadas de crear masa muscular y a que no liberen suficientes hormonas que los hacen crecer.

Por todo ello, queda claro que escoger un buen colchón para cada uno de los integrantes de la casa, en función del tipo de persona y su estilo de vida es una tarea a tomar muy en serio y a estudiarla bien antes de tomar la decisión final de su compra.