Elevada inversión inicial, pero se rentabiliza en el corto plazo.
El sistema tiene mucha inercia térmica, por tanto, no es un sistema inmediato de calor.
Se recomienda la instalación en el proceso de construcción o en la rehabilitación general del edificio, ya que si se realiza una vez finalizada la obra la inversión inicial será más costosa y compleja.
Riesgo de condensación en el suelo cuando se utiliza suelo refrescante, sin embargo, para evitar este punto se instala unas sondas de control que evitan que los suelos tengan una temperatura muy baja y así evitar la condensación.
Se recomienda instalar suelo radiante en lugares de uso continuo como puede ser la vivienda principal, guarderías, oficina, etc, ya que el sistema tarda en obtener una temperatura confortable.